Autocuidado en las No Monogamias: Claves para una relación consciente y saludable
A menudo al hablar de No Monogamias nos centramos en los acuerdos, la gestión de los celos, los modelos relacionales, o en cómo organizamos nuestras redes afectivas. Por supuesto, todo ello es importante, pero no debemos olvidarnos de darnos el espacio suficiente para escucharnos, identificar nuestras necesidades y cuidarnos en todo este camino.
No hablamos solo de reservarnos un tiempo a solas, sino que va más allá: ¿cómo te tratas en los momentos en los que sientes algo que no quieres? ¿Te estás escuchando o ignorando? ¿Tienes claras tus necesidades y tus límites? Todo esto forma parte de aquello que llamamos autocuidado.
Vincularse desde la consciencia, ya sea desde la monogamia o no, es algo que merece completamente la pena, aunque también puede suponer un desafío. Ser consciente de nuestras relaciones implica cuestionar muchas normas sociales que nos han ido inculcando desde pequeñes, incluso a veces luchar por deconstruir algunos ideales sobre el amor, el deseo, la exclusividad… y crear otros más sanos. Por ello el autocuidado se vuelve imprescindible, ya que es un proceso que requiere energía, tiempo y comprensión.
Pero ¿qué entendemos por autocuidado?
- Aunque darte un baño calentito o pasar tiempo contigo misme puede ser parte de este proceso, en contextos relacionales implica:
- Establecer límites claros, incluso cuando incomoda.
- Detectar cuándo algo no nos sienta bien y permitirnos sentirlo.
- Buscar apoyo emocional o profesional cuando lo necesitamos.
- Darnos tiempo para procesar, descansar, decidir…
- Priorizarnos, permitirnos ponernos en el centro.
- Escuchar nuestras emociones sin juzgarlas.
- Revisar nuestras creencias sobre el amor, el compromiso, el deseo… y evaluar si esas ideas nos siguen siendo útiles y si están alineadas con nuestros valores.
- Perdonarnos por no haber actuado en el pasado como nos habría gustado en el presente.
- Comunicar nuestras necesidades con honestidad.
¿Por qué es tan importante en las No Monogamias?
En relaciones no monógamas puede haber más de un vínculo afectivo-romántico (no siempre ha de ser sexual), lo que a veces multiplica las posibilidades de malentendidos, inseguridades, comparaciones…
Es común que, al empezar a explorar estos distintos modelos relacionales ocupemos todo nuestro tiempo y no nos demos el espacio necesario para procesar emocionalmente lo que está ocurriendo. Además de la presión por ser “le buene poliamorose”, que nos empuja a ceder ante cosas que no deseamos por miedo a parecer celoses o controladores, e incluso a reprimir aquellos sentimientos que pueden surgir por las diferentes situaciones. Además, es muy frecuente que nos comparemos con los otros vínculos de una persona y que podamos sentir inseguridad o miedo a ser sustituides.
Todo ello no significa que las No Monogamias estén “mal”, sino que es necesario construirlas desde el cuidado y no desde la autoexigencia o el abandono de nosotres mismes.
Algunas formas de autocuidado:
Como en todo, aquí tampoco hay una receta única y mágica para poder vincularte de una forma más alineada contigo misme, pero puede que algunas de estas sugerencias te ayuden en el proceso:
- Revisa tus límites cada cierto tiempo y ajústalos si es necesario. Recuerda que estos no son estáticos, sino que se deben adaptar a ti.
- Permítete cometer errores, no te castigues si no ha salido como esperabas; estamos en constante aprendizaje.
- Reserva espacios para ti, de pausa, observa cómo se encuentra tu cuerpo y tu mente.
- Comunica desde la vulnerabilidad, no desde la culpa. No siempre tenemos que saber todo, a veces basta con decir: “no sé bien lo que me pasa, pero necesito…”.
Cuidarse no siempre se siente bien en el momento. A veces puede frustrarnos, hacernos sentir “demasiado sensibles” o incluso egoístas, pero es parte del proceso. Poco a poco debemos ir aprendiendo a tratarnos con el mismo respeto que buscamos y damos a los demás. Sin el autocuidado, corremos el riesgo de reproducir dinámicas de desgaste, de abandonarnos, o de dar más de lo que podemos sostener.
No se trata de hacerlo perfecto, sino de crear relaciones donde tú también tengas espacio, cuidado y presencia. Las No Monogamias no son una solución mágica, pero pueden ser una oportunidad para conocerte más, elegir desde un lugar más consciente y cuidarte, sin dejarte en último lugar.
Si estás en este proceso y necesitas herramientas o acompañamiento, estamos aquí para escucharte.