Qué es el kink y el BDSM? Explorando sexualidades no normativas

Jun 10, 2025

En el mundo de las sexualidades no normativas, el kink y el BDSM ocupan un lugar destacado. Aunque muchas veces se perciben como prácticas modernas o transgresoras, la realidad es que han estado presentes a lo largo de la historia y han sido reguladas, censuradas o estigmatizadas de formas muy diversas.

Hoy, gracias a una mayor visibilidad y al acceso a información más precisa, cada vez más personas se atreven a explorar estas prácticas desde el consentimiento, el cuidado y el deseo compartido.

¿Qué se considera kink o BDSM?

Cuando hablamos de kink, nos referimos a un conjunto amplio de prácticas, deseos y dinámicas sexuales o eróticas que se alejan de lo que históricamente se ha entendido como "sexo normal". Esta “norma” no es fija: cambia con el tiempo, la cultura y el contexto. Por ejemplo, en otros momentos históricos, prácticas como la masturbación o el sexo oral eran consideradas desviaciones. Hoy se han normalizado, mientras que otras siguen siendo etiquetadas como tabú o “raras”.

El BDSM, una de las expresiones más conocidas del kink, incluye prácticas relacionadas con el Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo. No se trata solo de dolor o control: hablamos de exploración del poder, del placer y de los límites, siempre desde el acuerdo entre las partes.

Muchas prácticas consideradas kink o BDSM son más comunes de lo que imaginas. Lo que a veces se presenta como "tabú" forma parte del deseo de muchas personas. ¿Te suena alguna de estas?

  • Masajes eróticos
  • Uso de ropa provocativa (cuero, látex, cadenas…)
  • Estimulación no genital (cuello, orejas, caricias en zonas “no sexuales”)
  • Juegos con sensaciones (hielo, plumas, cera, chocolate…)
  • Privación de la vista (antifaces, vendas…)
  • Ataduras con cuerdas, esposas o cadenas
  • Dar o recibir azotes con la mano o instrumentos
     

Elementos clave del kink y el BDSM

Estas prácticas pueden incluir, entre otras:

  • Intercambio de poder: Relaciones consensuadas en las que una persona cede el control a otra en ciertos aspectos.
  • Sensaciones intensas: Desde el placer a través del dolor hasta juegos que exploran límites físicos o emocionales.
  • Fetiches: Objetos, vestimenta o partes del cuerpo que generan excitación más allá del coito.
  • Juego y rituales: Dinámicas simbólicas, físicas o emocionales que no siempre tienen un fin genital o reproductivo.
     

Más allá de lo genital: otras formas de placer

El kink nos invita a pensar el sexo desde el juego, la creatividad, las sensaciones y la conexión con el otre. Desafía la idea de que el sexo debe ser exclusivamente genital, coital o con fines reproductivos. Además, muchas personas viven el BDSM como una forma de transgresión frente a la heteronormatividad y los mandatos sexuales tradicionales.

Eso sí, todo esto tiene un pilar común: el consentimiento informado, la seguridad y el cuidado entre las personas implicadas.