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En los últimos años, cada vez más personas exploran modelos de relaciones no monógamas, relaciones abiertas o poliamorosas como formas alternativas al modelo de pareja tradicional. Sin embargo, a veces se instala la idea de que, por el simple hecho de cuestionar la monogamia, estas relaciones están libres de dinámicas tóxicas, abusos o violencia emocional.Nada más lejos de la realidad. Y es importante decirlo claro: que una relación sea no monógama no la convierte automáticamente en una relación sana.Todas las personas que practicamos relaciones no monógamas seguimos socializadas en un contexto que nos ha enseñado —de forma consciente o no— dinámicas de control, dependencia, chantaje emocional, machismo, violencia emocional… Y estas actitudes no desaparecen solo porque decidamos abrir la relación o practicar el poliamor.De hecho, en ocasiones ocurre algo más sutil: ciertos discursos sobre libertad sexual, autogestión del deseo o deconstrucción se utilizan para justificar abusos o falta de cuidado en la relación.Frases como:<ul><li>&nbsp;“Si estuvieras más deconstruida, esto no te dolería”</li><li>&nbsp;“Eso es inseguridad que tienes que trabajar”</li><li>&nbsp;“Son celos irracionales”</li><li>&nbsp;“Te estás montando películas”</li><li>&nbsp;“Tienes apego ansioso”</li></ul>…sirven para minimizar o patologizar reacciones totalmente legítimas ante situaciones de manipulación o maltrato en relaciones no monógamas.Por eso es clave distinguir que no es lo mismo sentir incomodidad o tener inseguridades personales, que estar en una relación que de forma sistemática vulnera nuestros límites, nos hace sentir inseguras o nos aísla de nuestro entorno afectivo.En cualquier tipo de vínculo, sean relaciones monógamas o no monógamas, pueden surgir errores o conflictos puntuales. Lo que marca la diferencia es la intención, la buena fe y el compromiso real con el cuidado mutuo. Las dinámicas de violencia emocional se detectan cuando los patrones son repetitivos, cuando los acuerdos no se respetan, cuando se ridiculizan las emociones, cuando se busca aislar a la otra persona, cuando hay chantaje emocional constante.Y lo más importante si vives este tipo de situaciones, nunca es tu culpa.<h2>Red flags en relaciones no monógamas: señales de alarma que no debes ignorar</h2>¿Cómo identificar si estás en una relación no monógama sana o si, por el contrario, estás viviendo dinámicas de violencia emocional o de control?Aquí te dejamos algunas señales de alerta (red flags) que conviene tener en cuenta:<ul><li>Chantaje emocional para que aceptes acuerdos que no deseas.</li><li>No respetar los límites pactados o jugar con límites ambiguos para justificarse.Imponer acuerdos sin una negociación real.</li><li>No actuar desde la buena fe: podemos equivocarnos, pero la intención de cuidado (o su ausencia) se nota.</li><li>Crear dependencia emocional o sexual.</li><li>Invisibilizar tu dolor o patologizar tus reacciones.</li><li>Aislarte de tus redes afectivas o grupos.</li><li>Ridiculizar o desvalorizar tus emociones (en privado o en público).</li><li>Enfadarse si buscas apoyo fuera de la pareja o vínculo.</li><li>Compararte constantemente con otras parejas o relaciones para desvalorizarte.</li><li>Justificar la falta de cuidado o responsabilidad emocional con discursos sobre libertad o contra la jerarquía relacional.</li></ul>Es importante recordar: que alguna de estas cosas ocurra puntualmente no significa automáticamente que estés en una relación violenta. Pero sí son señales de alerta que merece la pena observar, especialmente si se repiten con frecuencia o si generan malestar continuado.Si te reconoces en alguna de estas situaciones o dudas sobre lo que estás viviendo, pide apoyo. No tienes por qué gestionarlo en soledad.Las relaciones no monógamas tienen un enorme potencial para crear vínculos más libres, conscientes y basados en el cuidado… pero esto no es automático. Es una construcción colectiva que requiere autocrítica, atención constante y un compromiso real con el bienestar de todas las personas implicadas.Si necesitas apoyo para construir relaciones no monógamas sanas, en Erosphera podemos ayudarte.

Cómo identificar señales de abuso en relaciones no monógamas

En el mundo de las sexualidades no normativas, el kink y el BDSM ocupan un lugar destacado. Aunque muchas veces se perciben como prácticas modernas o transgresoras, la realidad es que han estado presentes a lo largo de la historia y han sido reguladas, censuradas o estigmatizadas de formas muy diversas.Hoy, gracias a una mayor visibilidad y al acceso a información más precisa, cada vez más personas se atreven a explorar estas prácticas desde el consentimiento, el cuidado y el deseo compartido.<h2>¿Qué se considera kink o BDSM?</h2>Cuando hablamos de kink, nos referimos a un conjunto amplio de prácticas, deseos y dinámicas sexuales o eróticas que se alejan de lo que históricamente se ha entendido como "sexo normal". Esta “norma” no es fija: cambia con el tiempo, la cultura y el contexto. Por ejemplo, en otros momentos históricos, prácticas como la masturbación o el sexo oral eran consideradas desviaciones. Hoy se han normalizado, mientras que otras siguen siendo etiquetadas como tabú o “raras”.El BDSM, una de las expresiones más conocidas del kink, incluye prácticas relacionadas con el Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo. No se trata solo de dolor o control: hablamos de exploración del poder, del placer y de los límites, siempre desde el acuerdo entre las partes.Muchas prácticas consideradas kink o BDSM son más comunes de lo que imaginas. Lo que a veces se presenta como "tabú" forma parte del deseo de muchas personas. ¿Te suena alguna de estas?<ul><li>Masajes eróticos</li><li>Uso de ropa provocativa (cuero, látex, cadenas…)</li><li>Estimulación no genital (cuello, orejas, caricias en zonas “no sexuales”)</li><li>Juegos con sensaciones (hielo, plumas, cera, chocolate…)</li><li>Privación de la vista (antifaces, vendas…)</li><li>Ataduras con cuerdas, esposas o cadenas</li><li>Dar o recibir azotes con la mano o instrumentos &nbsp;</li></ul><h2>Elementos clave del kink y el BDSM</h2>Estas prácticas pueden incluir, entre otras:<ul><li>Intercambio de poder: Relaciones consensuadas en las que una persona cede el control a otra en ciertos aspectos.</li><li>Sensaciones intensas: Desde el placer a través del dolor hasta juegos que exploran límites físicos o emocionales.</li><li>Fetiches: Objetos, vestimenta o partes del cuerpo que generan excitación más allá del coito.</li><li>Juego y rituales: Dinámicas simbólicas, físicas o emocionales que no siempre tienen un fin genital o reproductivo. &nbsp;</li></ul><h2>Más allá de lo genital: otras formas de placer</h2>El kink nos invita a pensar el sexo desde el juego, la creatividad, las sensaciones y la conexión con el otre. Desafía la idea de que el sexo debe ser exclusivamente genital, coital o con fines reproductivos. Además, muchas personas viven el BDSM como una forma de transgresión frente a la heteronormatividad y los mandatos sexuales tradicionales.Eso sí, todo esto tiene un pilar común: el consentimiento informado, la seguridad y el cuidado entre las personas implicadas.

Qué es el kink y el BDSM? Explorando sexualidades no normativas

Papel rojo del corazón roto sobre fondo de computadora con teclado blanco.

En cualquier tipo de relación, ya sea monógama o no monógama (swinger, relación abierta, poliamorosa…), los acuerdos son la base que sostiene el respeto, la confianza y el bienestar mutuo. Sin embargo, ¿qué entendemos realmente por “acuerdo” en una relación? ¿Cómo se negocian? ¿Y qué ocurre cuando uno de estos acuerdos se rompe?En esta entrada, exploraremos qué son los acuerdos, cómo funcionan en distintos tipos de vínculos, las áreas más habituales sobre las que se negocian y qué pasos seguir si un acuerdo se rompe. <h2>¿Qué son los acuerdos en una relación?</h2>Los acuerdos en una relación son pactos conscientes que las personas establecen para organizarse, gestionar expectativas y cuidar el bienestar de ambas partes. Son herramientas que ayudan a que todas las personas involucradas sepan qué esperar y qué límites respetar en diferentes ámbitos.Un dato interesante es que, en relaciones monógamas, muchos de estos acuerdos suelen ser implícitos, es decir, se asumen sin necesidad de ser expresados claramente. Por el contrario, en las relaciones no monógamas es más común que estos acuerdos sean explícitos y verbales, con el objetivo de clarificar necesidades y evitar malentendidos. <h2>Áreas comunes sobre las que se hacen acuerdos</h2>Los acuerdos pueden tratarse sobre prácticamente cualquier aspecto de la relación, pero algunas áreas suelen ser especialmente relevantes:<ul><li>Nivel de compromiso: Proyectos a medio o largo plazo, convivencia, crianza, etiquetas relacionales.</li><li>Intimidad física: Formas de expresar afecto, prácticas sexuales consensuadas, chequeos de ITS, límites físicos.</li><li>Intimidad emocional: Expectativas emocionales, manejo de emociones difíciles, apoyo en momentos vulnerables.</li><li>Comunicación: Frecuencia y modos de comunicación, temas prioritarios, resolución de conflictos.</li><li>Finanzas: Administración del dinero, gastos compartidos, ahorros, manejo de imprevistos.</li><li>Interacción social: Presentación a familiares, relaciones con amigos y metaamores, asistencia a eventos sociales o laborales.</li><li>Gestión del tiempo: Distribución del tiempo en pareja, individual y con otras personas.</li><li>Autonomía: Espacios personales, amistades externas y libertad para actividades fuera de la relación.</li></ul>La clave está en que los acuerdos sean claros, flexibles y negociados de forma abierta y consciente. <h2>¿Qué hacer cuando se rompe un acuerdo?</h2>Romper un acuerdo puede sentirse como un punto de quiebre o una traición, pero también puede ser una oportunidad para revisar las necesidades reales y fortalecer la relación desde una nueva base. Las razones por las que un acuerdo se rompe pueden ser variadas:<ul><li>El acuerdo ya no cumple su función porque las necesidades han cambiado.</li><li>Nunca estuvo bien planteado o no se ajustaba a la realidad.</li><li>Alguna de las partes se siente incómoda o insatisfecha con él.</li></ul><h2> Pasos para afrontar una ruptura de acuerdo</h2><ol><li>Aceptar el cambio: Reconocer que las necesidades y circunstancias evolucionan y que el acuerdo puede no ser útil ya.</li><li>Reflexionar sobre lo que ha cambiado: La persona que rompió el acuerdo debe pensar en qué necesita ahora y por qué el acuerdo anterior no funciona.</li><li>Gestionar la reacción: La persona que recibe la ruptura puede sentir dolor o desconfianza, pero es importante entender el contexto para avanzar.</li><li>Decidir qué hacer: Perdonar, renegociar o crear un nuevo acuerdo. El perdón y la reconciliación requieren comunicación honesta y empatía mutua.</li><li>Buscar apoyo si es necesario: Cuando el conflicto es complejo, la ayuda profesional puede facilitar la comunicación y la construcción de nuevos acuerdos. &nbsp;</li></ol>Los acuerdos en las relaciones son una herramienta viva que necesita ser revisada y adaptada para que todas las personas involucradas se sientan respetadas y cuidadas. Tanto en relaciones monógamas como no monógamas, la negociación consciente y abierta es la clave para fortalecer vínculos auténticos y saludables.Si sientes que en tu relación los acuerdos no están claros, o si has atravesado la ruptura de alguno y necesitas orientación para manejarlo, recuerda que pedir ayuda profesional puede ser un recurso valioso para acompañarte en este proceso. ¿Y tú? ¿Qué tipo de acuerdos consideras esenciales en tus relaciones? ¿Cómo gestionas los cambios y rupturas de acuerdos?

Los acuerdos en las relaciones: ¿qué son y qué hacer cuando se rompen?

Cerca de manos joven pareja sosteniendo juntos en momento encantador y romántico, concepto de día de San Valentín, primer amor

Abrir una relación es una decisión importante y cada vez más personas se plantean esta posibilidad para vivir sus vínculos con mayor libertad y autenticidad. Sin embargo, abrir una relación no es para todos ni para cualquier momento. Es fundamental identificar cuáles son los motivos adecuados para abrir una relación y cómo hacerlo de manera consciente para cuidar la salud emocional y la comunicación en pareja.En este post te contamos cuándo sí es recomendable abrir una relación, qué motivos pueden generar conflictos, y cómo plantearlo paso a paso para que esta transición sea una experiencia positiva. <h2>Motivos saludables para abrir una relación</h2>Abrir una relación es una opción valiosa y sana cuando nace de un deseo auténtico y se sostiene sobre una base sólida. Algunos motivos positivos para abrir una relación incluyen:<ul><li>Buscar una forma de vínculo que se alinea con tus valores y deseos reales, donde la monogamia no es la única opción para ti. </li><li>Curiosidad y deseo de exploración personal en nuevas formas de relacionarte y crecer emocionalmente. </li><li>Existencia de confianza, comunicación abierta y respeto mutuo con tu pareja. </li><li>Ambos quereis abrir la relación desde la libertad, sin presiones ni miedos, con acuerdos consensuados. </li><li>Herramientas emocionales para gestionar celos, inseguridades y establecer límites claros y negociados. &nbsp;</li></ul><h2>Cómo abrir una relación de forma consciente y saludable</h2>Si te preguntas cómo abrir una relación sin que esto afecte negativamente tu vínculo, aquí te dejamos una guía básica para hacerlo paso a paso:<ol><li>Reflexiona sobre tus motivos: Identifica si la apertura viene desde el deseo genuino o desde el miedo o la presión. </li><li>Habla honestamente con tu pareja: Genera un espacio seguro para compartir emociones, dudas y expectativas sin juicios. </li><li>Valida y escucha activamente: Reconoce y respeta las emociones de ambas personas, respetando los tiempos individuales. </li><li>Estableced acuerdos claros y personalizados: Definid juntos las prácticas, límites y cómo se revisarán estos acuerdos con el tiempo. </li><li>Avanzad despacio y con comunicación constante: Es fundamental mantener el diálogo abierto en cada etapa. Mejor ir poco a poco que demasiado rápido. </li><li>Buscad apoyo profesional si lo necesitáis: La ayuda de un terapeuta especializado puede facilitar la gestión emocional y la negociación. &nbsp;</li></ol><h2>Preguntas para ayudarte a decidir si abrir tu relación</h2>Antes de dar este paso, responded con sinceridad:<ul><li>¿Estoy abriendo la relación desde el deseo o el miedo? </li><li>¿Tengo las herramientas emocionales para manejar los cambios que esto implica? </li><li>¿Busco fuera algo que no puedo obtener dentro de mi relación actual? </li><li>¿Cómo me sentiría si mi pareja también establece vínculos con otras personas? </li><li>¿Estoy eligiendo esta opción libremente o solo cediendo? </li><li>¿Conozco mis límites y necesidades para esta nueva dinámica? </li><li>¿Nuestra relación está en un buen momento o es una forma de evitar problemas? </li><li>¿Estamos ambos preparados para afrontar los cambios juntos? &nbsp;</li></ul><h2>¿Quieres ayuda para abrir tu relación con consciencia?</h2>Abrir una relación puede ser un proceso complejo que requiere reflexión, comunicación y herramientas emocionales. En Erosphera acompañamos a parejas y personas que desean explorar esta decisión desde la libertad, el respeto y el cuidado mutuo.Si estás pensando en abrir tu relación y quieres hacerlo de forma consciente y saludable, escríbenos. Te ayudamos a identificar tus motivos, gestionar emociones y negociar acuerdos que funcionen para todas las personas involucradas.

Motivos para abrir una relación: cuándo es una buena idea y cómo hacerlo con éxito

A menudo al hablar de No Monogamias nos centramos en los acuerdos, la gestión de los celos, los modelos relacionales, o en cómo organizamos nuestras redes afectivas. Por supuesto, todo ello es importante, pero no debemos olvidarnos de darnos el espacio suficiente para escucharnos, identificar nuestras necesidades y cuidarnos en todo este camino.No hablamos solo de reservarnos un tiempo a solas, sino que va más allá: ¿cómo te tratas en los momentos en los que sientes algo que no quieres? ¿Te estás escuchando o ignorando? ¿Tienes claras tus necesidades y tus límites? Todo esto forma parte de aquello que llamamos autocuidado.Vincularse desde la consciencia, ya sea desde la monogamia o no, es algo que merece completamente la pena, aunque también puede suponer un desafío. Ser consciente de nuestras relaciones implica cuestionar muchas normas sociales que nos han ido inculcando desde pequeñes, incluso a veces luchar por deconstruir algunos ideales sobre el amor, el deseo, la exclusividad… y crear otros más sanos. Por ello el autocuidado se vuelve imprescindible, ya que es un proceso que requiere energía, tiempo y comprensión. Pero ¿qué entendemos por autocuidado?<ul><li>Aunque darte un baño calentito o pasar tiempo contigo misme puede ser parte de este proceso, en contextos relacionales implica:</li><li>Establecer límites claros, incluso cuando incomoda.</li><li>Detectar cuándo algo no nos sienta bien y permitirnos sentirlo.</li><li>Buscar apoyo emocional o profesional cuando lo necesitamos.</li><li>Darnos tiempo para procesar, descansar, decidir…</li><li>Priorizarnos, permitirnos ponernos en el centro.</li><li>Escuchar nuestras emociones sin juzgarlas.</li><li>Revisar nuestras creencias sobre el amor, el compromiso, el deseo… y evaluar si esas ideas nos siguen siendo útiles y si están alineadas con nuestros valores.</li><li>Perdonarnos por no haber actuado en el pasado como nos habría gustado en el presente.&nbsp;</li><li>Comunicar nuestras necesidades con honestidad.</li></ul> ¿Por qué es tan importante en las No Monogamias?En relaciones no monógamas puede haber más de un vínculo afectivo-romántico (no siempre ha de ser sexual), lo que a veces multiplica las posibilidades de malentendidos, inseguridades, comparaciones…Es común que, al empezar a explorar estos distintos modelos relacionales ocupemos todo nuestro tiempo y no nos demos el espacio necesario para procesar emocionalmente lo que está ocurriendo. Además de la presión por ser “le buene poliamorose”, que nos empuja a ceder ante cosas que no deseamos por miedo a parecer celoses o controladores, e incluso a reprimir aquellos sentimientos que pueden surgir por las diferentes situaciones. Además, es muy frecuente que nos comparemos con los otros vínculos de una persona y que podamos sentir inseguridad o miedo a ser sustituides.Todo ello no significa que las No Monogamias estén “mal”, sino que es necesario construirlas desde el cuidado y no desde la autoexigencia o el abandono de nosotres mismes. Algunas formas de autocuidado:Como en todo, aquí tampoco hay una receta única y mágica para poder vincularte de una forma más alineada contigo misme, pero puede que algunas de estas sugerencias te ayuden en el proceso:<ul><li>Revisa tus límites cada cierto tiempo y ajústalos si es necesario. Recuerda que estos no son estáticos, sino que se deben adaptar a ti.</li><li>Permítete cometer errores, no te castigues si no ha salido como esperabas; estamos en constante aprendizaje.</li><li>Reserva espacios para ti, de pausa, observa cómo se encuentra tu cuerpo y tu mente.</li><li>Comunica desde la vulnerabilidad, no desde la culpa. No siempre tenemos que saber todo, a veces basta con decir: “no sé bien lo que me pasa, pero necesito…”.</li></ul> Cuidarse no siempre se siente bien en el momento. A veces puede frustrarnos, hacernos sentir “demasiado sensibles” o incluso egoístas, pero es parte del proceso. Poco a poco debemos ir aprendiendo a tratarnos con el mismo respeto que buscamos y damos a los demás. Sin el autocuidado, corremos el riesgo de reproducir dinámicas de desgaste, de abandonarnos, o de dar más de lo que podemos sostener.No se trata de hacerlo perfecto, sino de crear relaciones donde tú también tengas espacio, cuidado y presencia. Las No Monogamias no son una solución mágica, pero pueden ser una oportunidad para conocerte más, elegir desde un lugar más consciente y cuidarte, sin dejarte en último lugar. Si estás en este proceso y necesitas herramientas o acompañamiento, estamos aquí para escucharte.

Autocuidado en las No Monogamias: Claves para una relación consciente y saludable

¿Te interesa el BDSM pero no sabes por dónde empezar? ¿Has oído hablar de SSC, RACK o 4C’s y te preguntas qué significan o por qué son importantes?Dentro del BDSM y el kink, la seguridad, el consentimiento y la negociación no son opcionales: son la base para que cualquier práctica sea respetuosa, placentera y emocionalmente segura. Para sostener estos valores, existen distintos marcos éticos que ayudan a guiar las interacciones y establecer acuerdos claros entre las personas involucradas.SSC, RACK y 4C’s son tres de estos marcos. Cada uno propone una forma diferente de entender y aplicar conceptos clave como los límites, el consentimiento informado, el cuidado mutuo o la gestión del riesgo. No se trata de elegir uno “correcto”, sino de encontrar el enfoque que mejor se adapte a tu manera de vivir y negociar el BDSM.En este artículo te explicamos en qué consiste cada uno, qué los diferencia, y cómo pueden ayudarte a explorar el BDSM desde un lugar de mayor confianza, respeto y conciencia. 🛡️ SSC, RACK y 4C’s: tres formas de entender la seguridad y el consentimiento en el BDSM🔹 SSC – Seguro, Sensato y ConsensuadoEl enfoque SSC (Safe, Sane and Consensual, por sus siglas en inglés) fue uno de los primeros en establecer un marco ético dentro de la comunidad BDSM.Busca asegurar que toda práctica sea:Segura: Se minimizan los riesgos físicos y emocionales. No significa que no haya riesgo, pero se toman medidas para prevenir daños. Sensata: Las prácticas deben realizarse de forma consciente y con una comprensión clara de lo que se está haciendo. Se espera que las personas actúen desde la responsabilidad. Consensuada: Todas las personas involucradas deben haber dado su consentimiento explícito, informado y libre para participar en la práctica. 📌 El SSC se considera el enfoque más tradicional y fue clave para distinguir el BDSM consensuado de situaciones abusivas. Sin embargo, algunas personas lo encuentran demasiado restrictivo o poco realista frente a ciertas dinámicas más intensas o complejas. 🔹 RACK – Riesgo Aceptado, Consentimiento ConscienteEl marco RACK (Risk-Aware Consensual Kink) surge como una alternativa al SSC, con una visión más abierta del riesgo y la exploración.Se basa en tres pilares:<ul><li>Riesgo Aceptado: Se reconoce que algunas prácticas BDSM conllevan riesgos. En lugar de evitarlos a toda costa, se apuesta por identificarlos, hablarlos y aceptarlos de forma responsable. </li><li>Consentimiento Consciente: No basta con un “sí”; es necesario comprender bien en qué se está participando. </li><li>Conocimiento: Es fundamental que las personas estén bien informadas sobre las prácticas que realizan, para poder tomar decisiones con libertad y autonomía.</li></ul>📌 RACK pone el foco en la autonomía personal y la capacidad de asumir riesgos de forma ética, siempre que se haga con conocimiento y acuerdo mutuo. 🔹 Las 4C’s – Consentimiento, Comunicación, Cuidado y ConexiónEste modelo más reciente propone un enfoque relacional y emocional dentro del BDSM y el kink. Las 4C’s ayudan a integrar el placer y la intensidad con la empatía y la conciencia mutua.<ul><li>Consentimiento: Toda práctica debe ser acordada y respetada por todas las partes. </li><li>Comunicación: Diálogo continuo antes, durante y después. Nada se da por hecho. </li><li>Cuidado: Atención al bienestar emocional y físico de todes les implicades. Cuidarse no es un extra, es parte de la escena. </li><li>Conexión: Se fomenta un vínculo de confianza que permita vivir la experiencia con más profundidad y autenticidad.</li></ul>📌 Las 4C’s son especialmente valoradas en dinámicas donde se prioriza el vínculo, el cuidado mutuo y la emocionalidad como parte fundamental de la experiencia BDSM. ✨ ¿Cuál elegir?No hay un único modelo correcto. SSC, RACK y 4C’s no son reglas cerradas, sino marcos que te pueden ayudar a reflexionar sobre cómo quieres vivir el BDSM y con qué valores lo sostienes. Puedes usar uno solo, combinarlos o incluso adaptarlos según la situación o con quién estés practicando.Lo importante es que te permitan:✅ Negociar con claridad ✅ Explorar de forma segura ✅ Respetar tus límites y los de les demás ✅ Construir experiencias conscientes y libres de violencia Explorar el BDSM de forma consciente implica conocerse, informarse y comunicarse. Estos marcos no son normas rígidas, sino herramientas que puedes adaptar según tus deseos, tus límites y tus vínculos.🧭 Si te apetece seguir profundizando en estas prácticas desde una mirada ética y cuidada, en Erosphera estamos aquí para acompañarte.

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